Me encuentro buscando las llaves para entrar a mi departamento, cruzando la puerta, mirando el contraste entre las paredes y el piso viejo con unos muebles completamente nuevos, coloridos y desordenados.
Dejo la cartera y mi abrigo en el sillón, me saco las zapatillas y camino por el pasillo hacia la pieza mientras me recojo el pelo.
Y ahí estás tú, acostado, con el control remoto en la mano, esperándome, en este lugar que es mío pero a veces es de los dos.
Y me acuesto junto a ti, me hago un ovillo a tu lado, mientras estiras tu brazo donde se apoya mi cabeza.
Y me siento tranquila.
Wednesday, July 16, 2008
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